Hna. Leily, un compromiso definitivo con la Divina Providencia

El pasado domingo 2 de febrero, en el marco del Día de la Vida Consagrada y en sintonía con la alegría del Año Jubilar de la Esperanza, la Hna. Leily pronunció sus votos perpetuos al Señor dentro de la Familia Religiosa de las Siervas de la Divina Providencia. La celebración, llena de emoción y gratitud, tuvo lugar en la Catedral San Bartolomé de la ciudad de Huacho, su tierra natal, donde numerosos fieles se unieron para acompañarla en este importante paso en su camino de consagración.
La profesión de votos perpetuos es un momento de profunda entrega, en el que la religiosa confirma su compromiso definitivo con Dios y su misión en la Iglesia. Para la Hna. Leily, este día fue la culminación de un tiempo de intensa preparación, oración y discernimiento, en el que reafirmó su deseo de vivir conforme al carisma legado por el venerable Padre Pascual Uva. Su sí generoso se suma al de tantas hermanas que, a lo largo de la historia, han dedicado su vida al servicio de los más necesitados, confiando plenamente en la Divina Providencia.

 


Acompañaron la celebración sus Hermanas de comunidad, incluyendo las que llegaron desde Buenos Aires, así como su familia, amigos, allegados y miembros de otras congregaciones religiosas de la zona. También participaron sacerdotes y fieles en general, quienes compartieron con ella este día de bendición. La Eucaristía estuvo marcada por un espíritu de fraternidad, sencillez y alegría, reflejando la esencia del carisma de la Congregación: una vida entregada al amor de Dios y a la caridad hacia los hermanos.
El compromiso de la Hna. Leily es signo de esperanza y testimonio de que Dios sigue llamando a corazones dispuestos a entregarse por completo a su voluntad.
En este tiempo de gracia, damos gracias a Dios por la Hna. Leily y también por la Hna. Laura, quien recientemente renovó sus votos, porque ambas han vuelto a decir sí al Señor con alegría y entrega. Que su testimonio siga siendo fuente de inspiración para muchas almas y que la Divina Providencia continúe guiando su camino en esta hermosa misión de amor y servicio.


Deo Gratias!