La Congregación de las hermanas “Siervas de la Divina Providencia” vive con fidelidad creativa el proyecto pastoral de su fundador, el Padre Pascual Uva, dando origen a una misión específica que caracteriza el perfil de esta comunidad radicada en la ciudad de Paraná.
Se dedica, según el espíritu y el ejemplo del fundador, al cuidado, la asistencia, la rehabilitación y la inclusión socio comunitaria de aquellas personas afectadas por un compromiso de sus facultades intelectuales superiores y personas ancianas.
El sueño más grande de Don Uva fue extender la obra hacia América Latina. Su deseo se concretó cuando la Superiora General de las “Siervas de la Divina Providencia” pudo dar forma a este proyecto manifestando su gran fe y confianza en Dios.
Así fue como el 4 de noviembre de 1988 llegaron a Argentina la Superiora General y tres hermanas más quienes, fieles al carisma del fundador, enraizaron su obra de caridad en la ciudad de Paraná.
Las primeras en encender la llama de la caridad fueron las ancianas, ya que esta fue la primera de las instituciones donde las Hermanas comenzaron su labor. Por Providencia divina, esta llama de la Caridad continuó creciendo con la fundación de la Escuela para niños con Discapacidad, luego el Taller para jóvenes, que da origen al actual Centro de Día, y finalmente el Hogar Permanente para adultos. De esta manera, la Obra Don Uva es hoy una propuesta socio comunitaria que brinda respuesta a los sectores más necesitados de nuestra sociedad.